viernes, 30 de mayo de 2014

La Gran Vía Valenciana

Comienzo  a andar y me encuentro con el primero,  un labrador valenciano, sigo mi camino entre plátanos y palmeras datileras, ahí está el segundo, un poeta de bronce acompañado por una representación de su vida a la sombra de 4 majestuosos Ficus. Continúo: palmeras, magnolios, setos de laurel y llego al final. Una gran fuente, palmeras y pinos canarios en esta plaza, donde está el último de los personajes de mi camino, el primer Marqués de Campo.




Efectivamente os hablo de la Gran Vía Marqués del Turia. Año 1884,  trazado el primer ensanche de la ciudad 2 grandes vías son ideadas como límite de urbanización  y ronda exterior de la ciudad, siendo ésta una de ellas.  El jardín central fue diseñado por Francisco Mora en 1907 y se conservan incluso unos candelabros de hierro fundido decorados con grifos alados que sustentaban las farolas de gas.


Las fachadas de preciosos edificios  de principios del s.XX te acompañan durante todo el recorrido en el cual  tus pies pisan refugios antiaéreos construidos en 1938.  Y es que hay mucho, mucha historia, muchos bares, comercios, discotecas, pero sobre todo muchos coches, esta es su peor característica.


Sin embargo, siempre podrás encontrar gente disfrutando de ella, una pareja de enamorados sentada en el nuevo mobiliario, ciclistas en sus bicis, abuelos con sus nietos, o turistas embobados con los  encantados de la arquitectura de La Gran Vía Valenciana. 

Carmen T. Costa

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